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domingo

Posturas para flexibilizar nuestra espalda

Una  columna vertebral flexible es sinónimo de juventud.  Al trabajarla sistemáticamente estimularás todas tus vértebras y activarás tus centros energéticos.
La flexibilidad de la columna es algo que se da muy naturalmente en niños y jóvenes pero no es tan común en la gente adulta. 
Para comenzar a trabajar con posturas que requieran extensión de espalda o arqueos es importante que realices una adecuada entrada en calor y no te esfuerces en posiciones extremas. De a  poco, con concentración y paciencia, cada paso a su tiempo, verás que vas alcanzando cada vez más la extensión óptima.

Puedes comenzar con la postura del gato bueno, gato malo, para ir movilizando la espalda de a poco, siempre respirando por la nariz en forma pausada. Debes ser plenamente consciente de que cada movimiento puede hacerse cada vez más profundo, intenso y beneficioso y concentrarte en movilizar tu columna  vértebra por vértebra.
Luego, sentado con las piernas cruzada o extendidas (lo que te sea más cómodo) puedes ir movilizando el cuello haciendo semicírculos con la cabeza, de un lado a otro, para luego seguir con un movimiento circular de hombros, de atrás hacia adelante y a la inversa.
Para hacer Ustrasana, o la postura del camello,  comenzamos sentados sobre nuestras piernas en vajrasana.  Nos ponemos de rodillas, colocamos las manos sobre la cadera. Tomamos aire y inclinamos la espalda hacia atrás, elevando la cabeza, espiramos. Luego inspiramos de nuevo y llevamos nuestras manos a los tobillos, intentando lograr el máximo arco de espalda, empujando la pelvis hacia adelante.
La postura del camello además de tener beneficios en tu columna vertebral, favorece los hombros, limpia los pulmones, estimula los órganos del abdomen y mejora la circulación.
Una variante más avanzada es la supta vajrasana , o postura del diamante supina.



Esta postura la puedes formar desde vajrasana, inclinando la espalda hacia atrás hasta apoyarla en el suelo, colocando las manos detrás de la cabeza, a través de un impulso levantas la pelvis. Otra forma de armarla es a través del arqueo de la espalda hacia atrás.
Para ambos casos requiere de mucha flexibilidad de espalda y elongación de cuadriceps.
Recuerda consultar a tu médico antes de comenzar cualquier entrenamiento y ten presente que estas posturas están contraindicadas para lesiones de espalda.