El yoga como camino espiritual, es un arte que va descubriendo la belleza interior a través del trabajo de las capas exteriores que nos recubren. Para ello utiliza distintos medios: la meditación, la respiración, la alimentación. Hoy quiero hablarles de la respiración , la cual es la base para movilizar nuestro prana o energía vital.
La respiración es un proceso involuntario, por el cual las células del cuerpo toman oxígeno y eliminan dióxido de carbono. No por ser automático es trivial. A través del swara yoga podemos estudiar nuestra respiración y aprender de sus efectos a nivel psico-fisico-espiritual.
Además, nuestra frecuencia respiratoria está directamente relacionada con nuestro ritmo cardíaco. Si logramos controlar nuestra respiración podremos tener control del ritmo de nuestro corazón.
La respiración más sencilla y común que podemos practicar es la abdominal, ayuda a despejar la mente y relaja el cuerpo. Para ello podemos acostarnos boca arriba o sentarnos en una posición cómoda, apoyar nuestra manos en el abdomen, inspirar por la nariz hinchado la panza, expirar por la nariz aplanándola.
La respiración toráxica o pectoral abre el pecho, es la respiración al esternón. Ayuda a realizar las asanas de fuerza.
En las clases de yoga trabajaremos con éstas y otras respiraciones para conectarnos con nuestro interior, concentrarnos en nuestras emociones, relajar y equilibrar el cuerpo, mente y espíritu.