Las todasanas o posturas de equilibrio, tienen tres principios fundamentales:
- Mirada a un punto fijo o dristy: este punto está relacionado con la concentración (Dharana), focalizar donde dirijo la mirada. Esto puede ser la punta de la nariz, un punto en el piso, etc.
- Triangulación: posición de las diferentes partes del cuerpo a fin de mantener el equilibrio.
- Respiración: cuando armo la postura retengo la respiración y cuando llego a la postura realizo respiración abdominal.
Siguiendo estos pasos podemos realizar con éxito las posturas de equilibrio.
Beneficios: Estabiliza nuestro organismo, mejora la concentración, nos da confianza, nos proporciona conciencia corporal generalizada, trae al individuo al aquí y al ahora, fortalece el cuerpo.
Junto con estas posturas, vamos aprendiendo también a disociarnos porque a medida que las asanas se vuelven más complejas debemos saber con precisión cuáles son los músculos que vamos a utilizar. Es importante superar la idea de "no poder", el cerebro nos irá marcando la información de cómo corregir el peso, mientras que nuestro oido interno nos brinda la estabilidad. La vista también es valiosa para lograr la concentración.
Con la práctica de estas posturas pronto descubrimos que agudizamos los sentidos, mejoramos la percepción corporal, la atención y sensibilizamos todo el cuerpo. El mayor beneficio consiste en lograr la conexión cuerpo-mente y eso repercute en nuestro equilibrio psíquico y emocional.